Hace unos días, un amigo me preguntó con curiosidad ¿Y por qué el 5G todavía no llega con fuerza a las provincias?, ¿Acaso el Perú no está preparado? La pregunta me hizo detenerme un momento, porque no es solo una duda técnica, sino una señal de cómo se percibe la tecnología desde afuera y la verdad es que la respuesta no es tan simple como “sí” o “no”, detrás del despliegue del 5G hay una serie de piezas clave que deben encajar (infraestructura, direcciones IP suficientes, «educación», y sobre todo, mucha fibra óptica) sin eso, por más que tengamos las antenas listas, el 5G no puede operar como se espera.
Pero mucho se ha dicho sobre el 5G que si será más rápido, que si permitirá carros autónomos, ciudades inteligentes o cirugías a distancia, etc, pero pocas veces se habla de lo que hay detrás de esta promesa tecnológica la infraestructura real que lo hace posible y hoy quiero compartir una reflexión desde el campo, desde donde se levantan las redes y se construye el futuro, fibra a fibra.
El 5G no flota en el aire. Camina sobre fibra
Es común pensar que el 5G es simplemente una antena nueva que reemplaza a la del 4G. Pero la verdad es más profunda el 5G es una red extremadamente exigente en términos de capacidad, latencia y densidad de tráfico y todo eso no puede resolverse solo con ondas se necesita una autopista robusta que transporte esos datos a gran velocidad, sin cuello de botella. Esa autopista es la fibra óptica.
Cada antena 5G es como una ventana al mundo digital pero para que esa ventana funcione, necesita estar conectada a un tronco de alta capacidad. Sin fibra, el 5G no despega. Por eso, el verdadero despliegue 5G va de la mano con una estrategia de fibra masiva.
IPv6: el oxígeno que respira el ecosistema 5G
Otro aspecto que muchas veces se olvida es que cada dispositivo conectado necesita una dirección IP. Con el crecimiento exponencial de sensores, teléfonos, cámaras, automóviles y demás dispositivos que forman parte del Internet de las Cosas (IoT), simplemente ya no hay suficientes direcciones IPv4 para todos.
Aquí es donde entra IPv6, el nuevo estándar que permite asignar billones de direcciones; sin IPv6, el 5G se vuelve insostenible. Las redes se estancan, se complican los esquemas de traducción, se limita el crecimiento en cambio, con IPv6, las redes respiran, crecen y se simplifican. Por eso en Signal Perú lo impulsamos activamente porque creemos en un internet preparado para el futuro, sin parches ni atajos.
Las ondas del 5G no son enemigas: son energía no ionizante
Hay un miedo injustificado que circula en redes sociales y que, si no lo combatimos con educación, puede convertirse en barrera para el desarrollo. Me refiero al temor a las antenas 5G.
Es fundamental que la población entienda que el espectro usado por el 5G pertenece al rango de ondas no ionizantes, es decir, no tiene la capacidad de romper el ADN ni de generar mutaciones son similares (y en muchos casos más débiles) que las señales de radio, televisión o WiFi que usamos a diario.
La clave está en el uso responsable y regulado, y para eso existen normas nacionales e internacionales que aseguran que los niveles de exposición estén muy por debajo de los umbrales peligrosos la verdadera amenaza no son las antenas, sino la desinformación.
5G: potencia bruta que necesita columna vertebral
El 5G es como tener un Ferrari pero sin una buena pista (fibra óptica), sin gasolina adecuada (IPv6), y sin un conductor consciente (educación tecnológica), no sirve de mucho. En Perú y en muchas regiones de Latinoamérica, el reto no es solo instalar antenas el verdadero desafío es educar, construir y conectar de manera sostenible.
Desde Signal Perú, creemos que el despliegue del 5G debe ir acompañado de una red de fibra óptica moderna, con una arquitectura limpia, bien documentada (sin este punto no hay crecimiento ordenado) y pensada para el largo plazo, estamos convencidos de que esta transformación no es solo técnica, sino también cultural.
Es momento de dejar atrás los mitos, abrazar la ciencia y preparar a nuestras ciudades para un nuevo ciclo de innovación el 5G ya no es futuro, es presente, y su corazón late a través de la fibra.
La consulta del amigo se extendió en la respuesta y así cerramos esa charla así no cambié el mundo en un día, pero al menos cambié una percepción porque mientras otros solo ven ondas, desde Signal Perú nosotros vemos estructura, vemos responsabilidad, y sobre todo, vemos oportunidades para conectar bien y sin miedo al futuro.
por aquí te dejo un enlace del ente regulador internacional sobre estos temas para mayor analisis:
https://www.icnirp.org/cms/upload/publications/ICNIRPrfgdl2020.pdf